ROSARIO, (Marcelo Androetto, especial para LA GACETA).- Calentura, mucha calentura. Los jugadores y el cuerpo técnico de San Martín se le fueron al humo al juez Juan Bruno ni bien pitó el final. Ese fue uno de los problemas, lo pitó antes de lo previsto, cuando todo el "santo" estaba lanzado a buscar el empate. El cuarto árbitro había indicado cuatro minutos de descuento -hubo seis cambios y algunas otras interrupciones- pero el principal no lo vio así y dijo el "no va más" al minuto 46.
Carlos Ramacciotti y su hijo Marcos, ayudante de campo, fueron de los más exaltados en el reclamo. Junto a un manojo de camisetas "albirrojas" rodearon a Bruno, hasta que algunos policías llegaron para poner distancia. "Hay muchas cosas que te fastidian", argumentó DT, todavía con la bronca grabada en el rostro. "Protestamos por el penal que cobró en contra, por el penal que no cobró a favor, por las amonestaciones, por terminar antes el partido", describió "Rama". La escaramuza duró un par de minutos y cuando los jugadores y el cuerpo técnico finalmente encaraban hacia el vestuario se produjo un nuevo altercado. "Chiquito" Bossio le hizo señas a la hinchada de San Martín, y entonces varios jugadores "santos" fueron a buscar al arquero. Finalmente los separaron y el incidente no pasó a mayores.
Todos los dardos contra el árbitro
Reclamos por un penal no cobrado contra Balvorín.
SIN LUCES. Ibáñez no mostró un buen nivel y fue reemplazado en el complemento. FOTO DE JAVIER ESCOBAR (ESPECIAL PARA LA GACETA)